Primera persona, singular y teniente









Tengo el tiempo que me han dado
–el mismo que os han dado a vosotros–
y tampoco creo que sea justo pedir más

tengo el tiempo, la televisión, las lentejas y el mar
que os han dado a vosotros
también
los veinte duros de pipas y el sombrero roto de hace un par de veranos
que os han dado a vosotros
tengo el gel, el champú y la gasolina,
el saco de los lamentos, la caja de medicinas y el bar
que tenéis vosotros también
y la almohada de sueños
y los sueños almohada
que son los mismos –exactamente– que os dieron
a vosotros
– a vosotros mismos–
que también tenéis los cofres del tesoro y el Aconcagua
los tres mosqueteros y el agua
«La vida es bella»
y el rock.

Tengo las mismas ganas
los mismos miedos y el mismo serrín
también
y el mismo sinfín de atardeceres
que os han dado a vosotros
– a vosotros mismos–
y tampoco creo que sea justo pedir más

porque noches tengo las mías
las mías sólo
y esas son más que las vuestras.








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