Es un azul que te mira a los ojos
y amar está en calma cada vez que la ves
casi
sonríes,
mareado.
Y la marea te moja los pies.
Amarrado el cielo a la arena,
sabe a
sal
su
sonrisa
y se
le ven las mariposas si te acercas lo
suficiente.
Maremoto en el pecho.
No
hace nada de provecho
y sabe
amargo el corazón de tantas veces que
han roto las olas.
Y tú
con ella,
marejada.
Poesía
destartalada.
Maravillosa
tormenta
que en
tu puta vida vas a morir otra igual,
marioneta de
las olas.
Quemar vida estando a solas.
Se ha marchado
y no
importaba,
hasta que
un martes de madrugada te despiertas
sin aliento.
No se hunde
el que sabe nadar.
Y a mi
amar no me da miedo,
pero
siempre me termino ahogando.
¿Es Dina(mar)ca invisible?
ResponderEliminarDinamarca es lo único visible ahora mismo, para mi.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAmar sabiendo el inevitable final es loable. Siempre y cuando se tenga miedo a ello, claro.
ResponderEliminarPero luego estáis ese grupito de personas que preferís ahogaros en la belleza del mar antes de limitaros a mirar siempre desde la misma orilla.
[Es bonito porque todas las palabras en cursiva contienen la letra m.]
M(enuda).